domingo, 8 de septiembre de 2013

Juliet

Matilde se iba ya a la cama. Era tarde, quizá las tres o las cuatro de la mañana. Estaba agotada, había sido un día demoledor. Suspiró cansada, no lo soportaba más. Cerró los ojos y terminó el vaso de agua antes de dirigirse a tientas por el pasillo. No quería hacer ruido, sus abuelos dormían enfrente y tendrían que estar ya en el séptimo sueño. Abrió la puerta de la habitación y se encontró con la cama vacía. Como siempre.
Intentó llegar al armario, pero unos zapatos le interrumpieron el recorrido. Los zapatos rojos. Tendría que ser más ordenada la próxima vez.
"Pero si son... ¿En serio? ¿Para mí? ¡Me encantan!”
"¿Te gustan, de verdad? Quería que fueran rojos, y vi la flor y... No sé, los vi y lo tuve claro. Tenían que ser estos”
"Como los que me rompiste...”
Oye... La verdad es que lo pensé, no voy a decir que no... ¿Te gustan entonces? Si no es así los podemos cambiar, puedes cogerte un bolso o...”
No podían ser otros, gracias.” - y sonrió.
Recogió los zapatos del suelo, y los apartó cuidadosamente. Se acercó a la cómoda, sacó el pijama y comenzó a desvertirse. La luz de la calle se reflejaba en el espejo. Se podía ver en él, la piel excesivamente blanca – como las burguesas de entonces, decía él – y el cuerpo huesudo. Estaba más delgada, tanto que si apretaba los muslos estos no llegaban a tocarse. El vientre plano y una pequeña cicatriz encima del ombligo.
Estaban tirados en la cama. Ella boca arriba, y el de lado, jugueteando con ese palito que le atravesaba el ombligo.
No me gusta”
¿Mhmmm?” murmuró la rubia.
No me gusta, me recuerda cosas que no me gustan”
Es solo un palito, no tiene más importancia...”
Sigue sin gustarme... Es vulgar. Cuando te conocí no lo llevabas. ¿Por qué?”
No supo como responder, quería decirle que necesitaba romper con su vida anterior, que por eso se cortó el pelo, que por eso se lo puso. Le dijo la verdad a medias, diciéndole que era un secreto que debía ganarse. Se dio media vuelta, le arrastró sobre la cama y le besó.
Se tiró sobre la cama, sólo quería dormir. "Ouch…" se quejó al sentir algo puntiagudo en el costado. Se resignó a prender la luz y se dispuso a apartar todo lo que había encima de la cama. Su muñeca, Victoria.
Es el mejor regalo que me han hecho nunca. Es, es... maravillosa. Y mira, la V y la C.”
En realidad es una tontería, es un regalo hasta previsible”
¡A mi no se me hubiera ocurrido nunca! Llego a casa y la veo sobre la cama, con sus lazos rosas y los ojos verdes, como los tuyos... Te lo he dicho muchas veces, si mis hijos se parecieran un poquito a ti sería la madre más orgullosa del mundo”
Tendrán tu nariz, eso lo tengo claro”
Y tus pestañas...”
Y serán callados, reflexivos y bien educados...”
Bueno...”
Suspiró resignada, todo le recordaba a él. ¿Que estaría haciendo ahora? Sería mejor no pensar en ello... Hoy no había hecho nada. Se acostó tarde el día anterior y se había levantado pasado el mediodía. Se había dedicado a perder la tarde con cualquier tontería para perderse por la noche en la película que ponían en Antena 3.
¿Qué te ha parecido? El logopeda es genial...”
Me ha sorprendido. Collin Firth borda el papel de Jorge VI, aunque dudo de la realidad histórica de la película...”
Sale muy guapo, es verdad”
¿Me dices esas cosas aposta, verdad? - preguntó fingiendo el enfado.
¡Claro! No seas tonto, ya sabes que siempre he preferido a Hugh Grant...”
Si, si, seguro...”
¡Pues claro! A quién le gusta Collin Firth es a tu madre... ¡No me mires así, que era broma! ¿Vamos al McDonalds?”
¿Al McDonalds...? Ufff... Se me ocurren otras cosas que hacer... ¿No te apetece...?”
Y no le pudo decir que no. Se recostó nuevamente en la cama, intentando que su cuerpo descansara. No había manera de quitárselo de la cabeza. Así no se podía... Cerró los ojos y se concentró en quedarse dormida. No deseo saber nada, aléjate de mi para siempre. Si, era lo mejor... Dormir. Mañana ya se concentraría en pensar en otras cosas. Hoy, al fin y al cabo, era un día como otro cualquiera, ¿no?



Pepita Pérez

9 de septiembre. 

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