domingo, 1 de septiembre de 2013

Dudas

- Le echas de menos.
- Bueno, es un poco más complicado que eso – murmuró Matilde con impaciencia frunciendo el ceño.
- Le dejas, suplicas, te manda a la mierda y sigues pensando en él. ¿Dónde está tu dignidad Matilde?
- Dicho así no suena muy bien.
Paloma se echó a reír mientras.
- Estaba intentando sintetizar la información.
- Paloma, no estamos hablando de la Primera Guerra Mundial, sino de mi puñetera vida, no hace falta sintetizar. Además, esa información no es relevante.
Paloma hizo un gesto de disculpa con las manos sin perder la sonrisa y suspiró.
- Está bien, empecemos otra vez. Te gusta, le quieres, le echas de menos, deseas que vuelva... Pero ahora me dices que no puedes estar con él. ¿En qué nos quedamos?
- Exacto. Mejor dicho, no debo estar con él. Por eso le dejé.
- Entenderás que no es muy comprensible...
- Es perfectamente comprensible.
Paloma miró a su amiga incrédula, guardándose sus opiniones al respecto. Matilde hizo una mueca de disgusto.
- Javier es genial, me adora, se preocupa por mi a su manera... y es guapísimo. - Paloma movió la cabeza para darle la razón - Pero tiene mil cosillas y yo tengo otras mil, que hace que cuando las cosas se tuercen, demasiado a menudo por cierto, montemos dramones de destrucción masiva... Y así no se puede tener una relación sana.
- O sea, que estamos ante un caso de profecía autocumplida. Saldrá mal porque sabes que va a salir mal.
Matilde estaba verdaderamente irritada.
- Es lógico pensar que muy bien no saldría, ¿no?
- Pero habéis aprendido la lección... ¿Qué te cuesta ir a buscarle?
- ¿Qué le cuesta buscarme él a mi? Además... ¿te paga o algo? Para que hables tan bien de él, digo...
Matilde cruzó los brazos indignada.
- Matilde, solo quería darte mi opinión. ¿Estás un poco obcecada, no? Y siempre a la defensiva.
- Cuando no duermas por las noches porque no se te vaya de la cabeza, hablamos.
- Matilde...
- Ni Matilde ni Matilda. No debo estar con él. Y punto. - sentenció - Pero joder, es que me gusta tanto...






Pepita Pérez
De humor retorcido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario