Es
gracioso esto de las listas de reproducción. Nunca le había
dedicado un espacio a la música en el blog, y no se, la verdad es
que me apetecía. Trasteando por el ordenador me encontré con la
lista de las canciones que más he escuchado en estos dos últimos
años, y bueno, el sentimiento fue de satisfacción y sorpresa.
Satisfacción porque, como era de esperar, mis canciones favoritas
aparecían en la lista, y sorpresa por el orden y por algún tema
completamente inesperado. Que si, que hacer listas es terrible,
clasificar cosas y establecer una preferencia suena fatal, pero me
encanta... Cada canción tiene su historia, y bueno, me ha costado
mucho contenerme y comentar brevemente cada una de las canciones. Ahí
va la banda sonora de mi vida...
1.
Golden slumbers, de The Beatles (Abbey Road).
¿Se
puede tener una canción favorita de un grupo tan prolífico como los
Beatles? Se puede, y sin dudar, esta es mi canción. La voz rota de
Paul al piano en el primer estribillo logra siempre ponerme los pelos
de punta. Dentro del discazo que es Abbey Road – aunque yo sea más
de Rubber Soul y los Beatles vayan bajando cada vez más en mi lista
de preferencias – Golden Slumbers no llama demasiado la atención.
Su tono es intimista y desgarrado, chocando con los bombazos rítmicos
marca de la casa. Prólogo de uno de los mejores finales musicales de
la historia de la música (Golden slumbers / Carry the weight
/ The end). Her majesty no cuenta... Sobraba y
John Lennon decidió ponerla al final con toda su cara.
2.
Como un pez, de Gabinete Caligari (Camino Soria).
Nos
solemos meter mucho con el rock español por repetitivo y poco
original, y a menudo se nos olvida la existencia de grandes grupos
que revolucionaron por completo la música. Que si, que a lo mejor
esta oración es exagerada y comparar a Gabinete con Pink Floyd es
casi una blasfemia, pero Jaime Urrutia y los suyos tienen un sonido
tan particular y auténtico que supusieron toda una innovación en
nuestro país. No voy a ser yo quien critique a Gabinete, pero la
posición de esta canción en concreto en la lista me ha sorprendido
una barbaridad. Que indudablemente es un temazo, con un ritmo genial
y una letra sublime, pero me esperaba en estas posiciones otras
canciones del disco como Saravá, Camino
Soria o La fuerza de la costumbre. Os animo a
escuchar Camino Soria, de principio a fin, de manera ordenada como
buen disco conceptual que es. Es maravilloso los sentimientos que
despierta y lo bien que retrata el proceso amor – ruptura.
Definitivamente, soy más de Gabinete que de Radio Futura.
3.
Lions, de Dire Straits (Dire Straits).
Cuantas
veces la habré escuchado... Si, se merece la tercera posición. But
the lions are made of stone...
4.
Norwegian wood, de The Beatles (Rubber Soul).
Otra
gran canción de los Beatles, cargada de recuerdos. Pobre John,
durmió en el baño aquella noche. No puedo decir mucho más, la
canción habla por si sola. Ojo a la base progresiva y al coqueteo
con la música oriental. Yo también toqué fondo, el parqué era de
madera barata.
5.
In my life, de The Beatles (Rubber Soul).
Me
encanta esta canción, tanto que está escrita en mi pared. Oda a los
recuerdos que nos acompañaran siempre.
6.
Nocturne in C Sharp Minor, op – posth, de Chopin (Complete
Editions).
Cuando
tu mano derecha contradice a la izquierda, cuando razón y corazón
van por distintos caminos.
7.
I know it's over, de The Smiths (The Queen is dead).
Duele.
8.
Time, de Pink Floyd (Dark side of the moon).
De
las mejores canciones de toda la historia, sin duda. Supongo que
resultará paradójico – al menos gracioso – decir que una
canción del Dark Side merece estar en mi top diez cuando
posiblemente Wish you were here sea el mejor disco de la historia.
Siempre he tenido una debilidad por esta canción, por esa
maravillosa introdución y esa sinfonía de tal intensidad musical.
Pero lo que me gusta por encima de todas las cosas es la letra. Ese
perder el tiempo y no volver nunca a recuperarlo... Roger Waters
jamás estuvo más acertado. Sun is the same in a relative
way but you are older...
9.
Romeo and Juliet, de Dire Straits (Making Movies).
¿Mi
canción favorita está en la novena posición? Ofensa máxima. La
primera vez que escuché el disco rojo tendría que tener unos seis o
siete años y no me gustó nada, tanto que corrí a mi padre para
pedirle que volviera a poner la canción que bailaba la bella
durmiente en la película de Disney. El mismo día que me enamoré
de Tchaikovsky, Mark Knofpler llegó a mi
vida para quedarse. Y vaya si se quedó...
10.
When the music it's over, de The Doors (Strange days).
No
esperaba que esta canción apareciese en la lista de las más
reproducidas. Escuchar a Jim es como montar en una montaña rusa de
emociones: subes, bajas y al final termina todo explotando por los
aires con gritos de por medio. Un gran tema, desde luego.
11.
Down to the waterline, de Dire Straits (Dire Straits).
Me
encanta esta canción. Mark nos introduce poco a poco, a través del
punteo inicial de la guitarra, en lo que será su sonido más
característico. Y no solo en la música, las letra también nos da
pistas del contenido del disco. En efecto, en el verso No
money in our jackets and our jeans are torn, your hands are cold but
your lips are warm se resume todo, o así he pensado
siempre. Mark, eras un tío triste. She can still him
whisper... Siempre te quedará eso.
12.
This must be the place, de Talking Heads (Stop Making Sense)
Hace
mucho que no escucho a David Byrne, pero esta canción en concreto me
pone de buen humor. Solo puedo compartir su letra, lo dice todo por
si sola: I'm just an animal looking for a home / Share the
same space for a minute or two / And you love me till my heart stops,
love me till i'm dead..
13.
Disorder, de Joy Division (Unknown pleasures).
Para
mi si que es un placer desconocido escuchar a Ian Curtis.
14.
Aquellas pequeñas cosas, de Joan Manuel Serrat (24 páginas
inolvidables).
Me
pone tan triste...
15.
Neirborhood #1 (Tunnels), de Arcade Fire (Funeral).
Tengo
muchas reticencias por la música actual, nada me convence...
Pero este disco es completamente genial. Extraño y atípico. La
particular voz de Win Butler y el acompañamiento de
Regine Chassagne hace
que nada en AF sea burdo o descuidado. Funeral es una elegía a la
muerte con progresiones, violines, estallidos finalesy arcodeones. Un
todo final de gran belleza dramática, de euforia melancólica y
un ve
aún más rápido hasta que todos disfrutemos de esta dulce muerte.
16.
Darkness, de The police (Gosht in the machine).
No
puedo definir con palabras las sensaciones que me produce esta
canción. Que si, que a lo mejor peca de repetitiva, pero la
atmósfera que recrea es mágica. Stewart Coppeland es el alma de
Police, y que alguien se atreva a llevarme la contraria. Me gusta The
police por la claridad con la que suenan los tres instrumentos sin
llegar a estar empastados en ningún momento. Sus líneas son
diferentes, pero se amoldan a la perfección en un sonido único, que
ni llega a ser rock, ni punk ni reggae.
17.
Shine on your crazy diamond, de Pink Floyd (Wish You Were Here).
Ayer
escuchamos mi padre y yo un directo de la gira Wish you were, y
siendo sinceros, no había por donde pillarlo. Siempre nos quedará
la versión de estudio... ¿Y tú que prefieres? ¿Led Zeppelin o
Pink Floyd?
18.
Every breath you take, de The police (Synchronicity).
Pues
eso..
19.
Sweet Virgnia, de The Rolling Stones (Exile on Main Street).
Que
bonita suena la armónica de Jagger acompañando a la guitarra
de Richards. Creo
que es de la canción de la que más pronto me he enamorado, porque
si, lo reconozco, ha sido un auténtico flechazo.
20.
Love over gold, de Dire Straits (Love over gold).
No
quisiera meterme mucho con Mark porque le debo una entrada solo para
él en el blog. ¿Qué puedo decir del hombre que ha compuesto la
banda sonora de mi vida? Que si, mucho Beatles, mucho Police y mucho
Jim Morrison pero Mark es mi hombre. ¿Que por que me gusta? Buena
pregunta... Porque me lo creo, porque me llega. Porque era un tío
triste y entre los tristes nos entendemos bien. Porque su guitarra
suena mejor que casi la del cualquier otro, por muy virtuoso que sea.
Mark me ha acompañado en todos y cada uno de los momentos de mi
vida, y siempre ha sabido reflejar como me siento. Love over gold
además es especial. Su publicación supuso casi un suicidio
comercial, pues su sonido no tiene nada que ver con el de los
primeros discos. Sus canciones son largas e instrumentales y de una
calidad excelente, incorporandose un piano eléctrico y un
xilofonista – maravilloso el final de la canción que da nombre al
disco - . La guitarra de Knopler jamás ha sonado más romántica,
aunque si más meláncolica y dolorosa.
21.
Rey o vasallo, de Gabinete Caligari (Al calor del amor en un bar).
La
soberbia vino detrás fue parte del disfraz y el orgullo creció con
la edad...
22.
Wild west end, de Dire Straits (Dire Straits).
Mi
canción favorita del primer disco de los Dire Straits. Excuse
me for talking...
23.
Invisible sun, de The police (Gohst in the machine).
Al
principio no me gustaban los Police. Su batería me parecía cargante
y el ritmo odioso y repetitivo. Como cambian las cosas, de mis
canciones preferidas...
24.
Thunder road, de Bruce Springsteen (Born to run).
La
versión de estudio está bien, pero si queréis escuchar esta joya
es mejor que os vayáis a un conjunto de directos: Live in concert
1975 – 1985. Ya le dediqué una entrada, no puedo añadir mucho
más. Mi segunda canción favorita de toda la vida. Quien fuera
Mary...
25.
Tunnel of love, de Dire Straits (Making Movies).
-
Qué bonita canción. - ¿Conoces a los Dire Straits?
26.
Something, de Beatles (Abbey Road).
George,
eres un genio.
27.
Behind blue eyes, de The Who (Who's next).
No
queriendo despreciar al omnipresente Sting, John
Entwistle me parece una auténtica locura. El bajo se convierte
en los Who en el instrumento principal
y esta canción da fe de ello. La guitarra de Pete Townshend no
se queda atrás, siendo el resultado maravilloso.
28.
When you' re smiling (the whole world smile with you), de Louis
Amstrong.
Sonríe.
29.
Vértigo, de Ismael Serrano.
Lo
reconozco, me encanta Ismael Serrano. Reiros, llamadme patética si
quereis, pero sus canciones son maravillosas. Que si, que es un moñas
y casi todas sus canciones son de amor o de reivindicación política,
pero me tiene completamente enamorada. Momentos de debilidad tenemos
todos...
30.
Blue Sunday, de The Doors (Morrison Hotel).
Otra
debilidad más, y esta de las grandes. Que bueno eres Jim Morrison.
Cuanto la quisiste...
Pepita
Pérez
Do
I have to tell the story a thousand rainy days since we first met,
it's a big enough umbrella but it's always me that ends up getting
wet.