martes, 3 de diciembre de 2013

Fotografías.

Ojalá pudiera escribir un verso bonito sin condicionarte. Arrebatarte a esa cualquiera que ahora no siente más que tu respiración, y cohibida, mira el reloj porque llegas tarde a trabajar - deben ser ya las cinco - . Mirar tu foto y reconocerte, no sentir que te he (has) perdido. Pesan tus pestañas, aunque los cuadros de la camisa se vean mejor que tu mirada. Un halo de tristeza – y por que no, de soledad y quizá de desasosiego – sobrevuela la fría imagen. Luces y sombras de un pasado que imposibilita el presente, pasión fatal que crece como árbol y extiende sus raices por el innoble suelo que acostumbramos a pisar. Cabeza hipócrita, vanidosa imagen de un espejo que ya no nos devuelve la réplica. Ángel, estamos solos. Tú, yo y su fotografía.
Y ahora, soy otra cualquiera, intentando vivir una vida nueva, otra vida quizá, pero no nuestra. Ya lo dice Alejandra: te doy, te soy.


Pepita Pérez. 

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