domingo, 22 de diciembre de 2013

Cigarros.

Cigarros que fumaban y dejaban esfumarse al tiempo que les consumía. Vueltas y más vueltas en su reloj, esperando que se hicieran ceniza sus ganas y su orgullo. Puede que ellos también se hicieran ceniza de tanto calor, de tanto cariño, de tanto deseo, de tanto olvido, de tantas y tantas cosas que debían haberse dado siempre. 

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